Uno de los políticos más valientes y honrados que ha tenido España, fue el anarquista Melchor Rodríguez, un obrero sevillano que quiso ser torero, “el ángel rojo”, el último alcalde republicano de Madrid. Una Rara Avis que luchó en una guerra civil donde la vida valía bien poco y a riesgo de la suya, salvó miles en la retaguardia. Un redentor de hombres. Protegió a más de 11.000 presos del bando nacional, el bando contrario a sus ideas. Se enfrentó a todo y a todos. Su propio bando le quería muerto, pero él volvió de entre los muertos varias veces durante la guerra. Era parte de esa tercera España tan incómoda, tan maravillosa. No usaba pistola y cuando la llevaba, estaba descargada. Se imponía con la palabra.