Antes de ser directivo, Vilajoana fue jugador. Se formó en las categorías inferiores de La Masia y llegó a jugar con el Barça C. No pudo cumplir su sueño de jugar en el primer equipo y en 1994 se marchó a L'Hospitalet, donde estuvo hasta 1996, cuando fichó por la Gramanet. En 1997 volvió a la institución catalana, pero para jugar en el equipo de fútbol sala, en el que militó hasta 2001.
Antes de ser directivo, Vilajoana fue jugador. Se formó en las categorías inferiores de La Masia y llegó a jugar con el Barça C. No pudo cumplir su sueño de jugar en el primer equipo y en 1994 se marchó a L'Hospitalet, donde estuvo hasta 1996, cuando fichó por la Gramanet. En 1997 volvió a la institución catalana, pero para jugar en el equipo de fútbol sala, en el que militó hasta 2001.