La tarea de un hombre que dedicó toda su vida a la escritura se consigna aquí; André Gide escribió su diario con tajante sinceridad, tan abundante, como para que hubiese espacio para la duda de sí mismo y de su escritura. Gide, premio Nobel de literatura en 1947, nos deja una de las obras más ricas y completas que intentan desentrañar la compleja mente de un hombre de personalidad humana e intelectual, que ante la negación por ser de su época, quería desbordarla, como lo escribió en su diario del 18 de abril de 1918.