El contexto y la sintaxis griega apoyan la opinión de que la tarea de aquellos con estos dones de liderazgo es equipar a los santos para que los santos puedan hacer la obra de ministerio (o servicio), para la edificación del cuerpo de Cristo.

El Señor dio a algunos el ser pastores y maestros.

Las dos palabras están unidas por un solo artículo definido, lo que lleva a la mayoría de los estudiosos a considerarlas como un solo don. Pero algunos argumentan sobre bases gramaticales que hay dos dones diferentes con funciones superpuestas...

El Señor también dio a algunos el ser profetas. Junto con los apóstoles, los profetas del Nuevo Testamento sentaron las bases de la iglesia (Efesios 2:20).

En nuestro texto, el apóstol Pablo nos da una sólida filosofía bíblica del ministerio para la iglesia local.

Él está diciendo, “los que tienen dones de liderazgo deben equipar a los santos para la obra de servicio, de modo que el cuerpo crezca…”

Cuatro aplicaciones importantes se derivan de estos versículos.

Para extender el gobierno soberano de Cristo sobre todos, debemos...

Ya que Cristo dio estos dones, debemos usarlos como Él nos indique.

Él es el Señor soberano que distribuye dones de acuerdo a Su propósito. Por lo tanto, somos responsables ante Él de usar los dones que Él ha dado como Él lo indique. No hay distinción en el Nuevo Testamento entre los llamados al ministerio y los “laicos”.

Continuando con los dones que hemos recibido como creyentes, en 1 Corintios 12:8-10 y 28-30, Pablo da dos listas de dones espirituales...

El Cristo ascendido y victorioso ha dado dones espirituales a su iglesia (4:7). Las palabras, “Pero a cada uno”, señalan el cambio de un solo cuerpo a los miembros individuales de ese cuerpo.

Los últimos dos de los siete elementos de la unidad cristiana:

6. un solo bautismo.

7. un solo Dios y Padre de todos.

Cuarto y quinto de los siete elementos de la unidad cristiana:

4. un solo Señor.

5. una sola fe.