
Sign up to save your podcasts
Or


Cuando te crías en una tienda de discos con toda la música del mundo a tu alcance no puede salir nada malo de ahí. A lo largo de su vida, Ben Harper ha hecho cosas de lo más diferentes, trabajos que han sorprendido al mundo y que han buscado nuevos y viejos sonidos que han mostrado las mil caras de este hombre. Desde que alcanzó el estrellato, Harper ha aprovechado su estatus para hacer todo tipo de discos y darse todo tipo de caprichos artísticos. Desde hacer un disco de góspel con los Blind Boys of Alabama a grabar un disco de folk con su madre.
Cuando te crías en una tienda de discos con toda la música del mundo a tu alcance no puede salir nada malo de ahí. A lo largo de su vida, Ben Harper ha hecho cosas de lo más diferentes, trabajos que han sorprendido al mundo y que han buscado nuevos y viejos sonidos que han mostrado las mil caras de este hombre. Desde que alcanzó el estrellato, Harper ha aprovechado su estatus para hacer todo tipo de discos y darse todo tipo de caprichos artísticos. Desde hacer un disco de góspel con los Blind Boys of Alabama a grabar un disco de folk con su madre.
En 2013, con 44 años, el californiano se desmarcó con un disco de blues junto al armonicista Charlie Musselwhite, trabajo que fue un regalo para los amantes del género. “Trabajar con Charlie es un sueño hecho realidad y nuestra relación tiene una parte paternal, una parte de hermanos, otra de amigos y también lo veo como a un héroe, así que es alguien que representa muchas cosas para mí tanto musical como personalmente”, explicaba Harper a David Moreu, nuestro invitado de esta semana en el Sofá Sonoro.
Harper y Musselwhite se conocieron en un concierto de John Lee Hooker, y fue el propio Hooker el que les propuso trabajar juntos. El resultado de esa unión fue Get Up!, un trabajo fresco que muestra la armónica salvaje de Musselwhite y la capacidad de Harper de adaptarse a cualquier género. Aquel disco fue una tremenda sorpresa que se coronó con un Grammy y el disco que Charlie y Ben grabaron juntos, ocho años después repitieron la fórmula.
Esta semana recordamos esta historia de amistad, de admiración y de blues y lo hacemos de la mano de David Moreu y Lucía Taboada.
By SER Podcast4.9
1111 ratings
Cuando te crías en una tienda de discos con toda la música del mundo a tu alcance no puede salir nada malo de ahí. A lo largo de su vida, Ben Harper ha hecho cosas de lo más diferentes, trabajos que han sorprendido al mundo y que han buscado nuevos y viejos sonidos que han mostrado las mil caras de este hombre. Desde que alcanzó el estrellato, Harper ha aprovechado su estatus para hacer todo tipo de discos y darse todo tipo de caprichos artísticos. Desde hacer un disco de góspel con los Blind Boys of Alabama a grabar un disco de folk con su madre.
Cuando te crías en una tienda de discos con toda la música del mundo a tu alcance no puede salir nada malo de ahí. A lo largo de su vida, Ben Harper ha hecho cosas de lo más diferentes, trabajos que han sorprendido al mundo y que han buscado nuevos y viejos sonidos que han mostrado las mil caras de este hombre. Desde que alcanzó el estrellato, Harper ha aprovechado su estatus para hacer todo tipo de discos y darse todo tipo de caprichos artísticos. Desde hacer un disco de góspel con los Blind Boys of Alabama a grabar un disco de folk con su madre.
En 2013, con 44 años, el californiano se desmarcó con un disco de blues junto al armonicista Charlie Musselwhite, trabajo que fue un regalo para los amantes del género. “Trabajar con Charlie es un sueño hecho realidad y nuestra relación tiene una parte paternal, una parte de hermanos, otra de amigos y también lo veo como a un héroe, así que es alguien que representa muchas cosas para mí tanto musical como personalmente”, explicaba Harper a David Moreu, nuestro invitado de esta semana en el Sofá Sonoro.
Harper y Musselwhite se conocieron en un concierto de John Lee Hooker, y fue el propio Hooker el que les propuso trabajar juntos. El resultado de esa unión fue Get Up!, un trabajo fresco que muestra la armónica salvaje de Musselwhite y la capacidad de Harper de adaptarse a cualquier género. Aquel disco fue una tremenda sorpresa que se coronó con un Grammy y el disco que Charlie y Ben grabaron juntos, ocho años después repitieron la fórmula.
Esta semana recordamos esta historia de amistad, de admiración y de blues y lo hacemos de la mano de David Moreu y Lucía Taboada.

127 Listeners

5 Listeners

41 Listeners

62 Listeners

52 Listeners

12 Listeners

5 Listeners

176 Listeners

29 Listeners

7 Listeners

4 Listeners

32 Listeners

12 Listeners

232 Listeners

1 Listeners

2 Listeners

2 Listeners

63 Listeners

14 Listeners

13 Listeners

6 Listeners

10 Listeners

4 Listeners

0 Listeners

0 Listeners

2 Listeners

0 Listeners

4 Listeners

0 Listeners

0 Listeners

0 Listeners

0 Listeners