En esta meditación conectamos con la intención de dejar ir. Reconociendo que el invierno marca el fin de una temporada, un periodo en que ciertos animales hibernan, los árboles y plantas dejan caer las hojas secas, es un periodo de muerte y recuperación de energía. Una práctica que te invita a conectar con lo que ya ha finalizado en este momento de tu vida: actitudes, relaciones, ideas, sueños, situaciones, patrones mentales, etc... Para permitir que en una siguiente temporada surjan nuevos brotes.