Iker Jiménez se despidió de las ondas este domingo: ¡"Cuánto te vamos a echar de menos, amiga radio!", comenzó diciendo Jiménez al principio del programa. "Te vamos a echar de menos, micrófono amarillo de la Cadena Ser, porque has sido nuestro hermano durante mucho tiempo, porque has logrado que seamos muchos amigos, conscientes de ser una enorme familia", continuó.
El presentador se perdió entonces en los recuerdos que desde la niñez tiene de la radio. "Vuestro amigo Iker no ha leído nunca, jamás, nada. Ha hablado de corazón, no ha sido un títere que lee lo que otros hacen. No ha sido jamás un títere que interpreta un papel", subrayó. "La radio es para hablar con el corazón, con la cascada de emociones", aseguró.
"Hay una sensación como de nostalgia y de ilusiones al mismo tiempo. Quien quiera que lo iguale. ¿En qué sentido? En que hemos hecho en lo que hemos creído con la máxima ilusión, creyendo en el poder de este micrófono y en vosotros. Sin vosotros no hay nada".
"¿Cómo van a deciros adiós Iker y Carmen si nunca van a dejar de comunicar, de contar. Nosotros no trabajamos, yo hubiese pagado por hacer lo que hago. Esa era nuestra ventaja. Amamos tanto la radio, la comunicación, que nos embarcábamos en cualquier locura".
"La Cadena Ser se ha portado magníficamente, durante mucho tiempo nos ha ofrecido otros programas, otras franjas horarias, otros días", destacó, a la vez que agradeció que la emisora se ha portado bien hasta el último momento y que la decisión es "puramente personal": "Si hay algún problema, yo soy el culpable". Jiménez no cerró, en cualquier caso, la puerta a volver a la radio en un futuro: "Hemos sido enormemente felices".
Al final del programa, Jiménez recuperó la voz de su hija explicando que había visto un OVNI. "Tu padre hizo Milenio 3 creyendo en la fuerza de la radio. La radio es esperanza para creer en un futuro que seguro que es bueno", aseguró. Y terminó dando las gracias: "Hasta siempre, gracias".