A partir de ayer 1 de agosto, entró en vigencia la Ley Karin (Ley N° 21.643), que obliga a todas las empresas a implementar protocolos de prevención contra el acoso laboral, sexual y la violencia en el trabajo. Esta normativa elimina la exigencia de reiteración, permitiendo que una sola conducta pueda ser considerada acoso laboral. Las empresas deberán establecer medidas para proteger a los trabajadores afectados, incluyendo la capacitación en temas de acoso y violencia laboral. Además, la ley incorpora la perspectiva de género, exigiendo que las investigaciones sean conducidas por personas con formación en acoso, género o derechos fundamentales.