"Tanto el varón como la mujer poseen la misma perfección y dignidad, ya que los dos han sido creados a imagen y semejanza de Dios": “Y creó Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios los creó; varón y hembra los creó” (Gen. 1:27).

Los animales actúan por instinto, por aprendizaje rutinario, el hombre piensa, razona, repite, mejora, aprende, decide.

Según el proyecto de Dios creador, varón y mujer son los dos modos de realización del ser humano.  Ambos gozan de la misma dignidad, pero han sido creados como seres distintos y complementarios. En realidad somos iguales y diferentes simultáneamente.

La raza humana  fue diseña para gobernar, no para ser gobernada, fue creada para vivir de “adentro hacia afuera”. FUE HECHO PARA ESTAR ARRIBA Y NO ABAJO. 

El mensaje cristiano es una palabra de buenas nuevas...El mensaje cristiano es una palabra de verdad...El mensaje cristiano es una palabra de vida...El mensaje cristiano es una palabra de justicia...El mensaje cristiano es una palabra de reconciliación...El mensaje cristiano es una palabra de salvación...El mensaje cristiano es la palabra de la cruz... (William Barclay)

El mensaje cristiano principia con la proclamación, pero debe seguir con la explicación. El mensaje cristiano no es, exclusivamente, para la calma del estudio, para la disección de la cátedra, para las acrobacias mentales del grupo de discusión. Es para vivirlo cotidianamente.

El mensaje cristiano no debe ser únicamente escuchado, sino también introducido en el corazón y en la mente, incorporado al ser del ser humano. Realmente es y debe ser UN ESTILO DE VIDA.

Logos significa palabra. El Cuarto Evangelio usa este vocablo en sentido técnico cuando llama a Jesús El Verbo... Es el que le da sentido a todo.

Porque Jesús fue concebido por el Espíritu Santo, Él no fue manchado por el pecado original como todos los demás seres humanos. Él es el milagro encarnado, la esperanza gloriosa para esta humanidad caída. Él es el sublime.

Definitivamente no hay duda, la verdad es contundente, el Cristo de Dios, el Salvador del mundo es el Dios encarnado, en forma humana, como Hijo, para identificarse plenamente con su creación y ofrecer la salvación que la raza caída necesita.