Hoy, ese tesoro sigue siendo una realidad para todos. Vengan desentiérrenlo, contémplenlo, disfrútenlo y verán que nada ni nadie vale más que ser parte de ese glorioso Reino. Y cuando lo tengas, querrás que todos encuentren un tesoro, porque verás cómo cambia tu vida, tu status quo, tu miseria a abundancia, tu desdicha a gozo, tu maldición a bendición.