He aquí sobre los montes los pies del que trae buenas nuevas, del que anuncia la paz. Celebra, oh Judá, tus fiestas, cumple tus votos; porque nunca más volverá a pasar por ti el malvado; pereció del todo.

 No creáis en amigo, ni confiéis en príncipe; de la que duerme a tu lado cuídate, no abras tu boca.

Pueblo mío, ¿qué te he hecho, o en qué te he molestado? Responde contra mí. 

 Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.

En aquel día, dice Jehová, juntaré la que cojea, y recogeré la descarriada, y a la que afligí; 7 y pondré a la coja como remanente, y a la descarriada como nación robusta; y Jehová reinará sobre ellos en el monte de Sion desde ahora y para siempre.

Entonces clamarán al SEÑOR, pero él no les responderá. En aquel tiempo esconderá su rostro de ustedes porque hicieron obras malvadas.

¡Qué aflicción les espera a ustedes que despiertan en la noche,
    tramando planes malvados!
Se levantan al amanecer y se apuran a realizarlos,
    solo porque tienen el poder para hacerlo.

El Señor le dio el siguiente mensaje a Miqueas de Moreset durante los años cuando Jotam, Acaz y Ezequías eran reyes de Judá. Las visiones que tuvo tenían que ver con Samaria y con Jerusalén.

 Entonces dijo Dios a Jonás: ¿Tanto te enojas por la calabacera? Y él respondió: Mucho me enojo, hasta la muerte

Y comenzó Jonás a entrar por la ciudad, camino de un día, y predicaba diciendo: De aquí a cuarenta días Nínive será destruida.