Esta temporada, el GP de Mónaco de Fórmula 1 tenía la particularidad de que cada piloto debía realizar dos paradas obligatorias en boxes. El objetivo era dar más emoción a una carrera que en los últimos años no ha sido más que una procesión de autobuses. Pues bien, la FIA no ha conseguido su objetivo.

La peor parte del fin de semana se la llevó Fernando Alonso, que tuvo que abandonar cuando iba en 6ª posición porque su motor dijo basta. En el otro extremo del espectro sentimental está la victoria de Álex Palou en las 500 millas de Indianápolis que también comentamos.

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