Si algo caracteriza a la moda es su dimensión teatral, su propensión a la imagen por la imagen, su construcción como espectáculo. Esta dimensión es de proporciones globlales: pasarelas, semanas de la moda, ferias comerciales, medios de comunicación y especialistas, conforman una orquesta sincronizada para la reproducción del espectáculo. En Colombia, las pasarelas fueron primero eventos de caridad, que paulatinamente se fueron desarrollando para dar paso a la profesión del modelaje, las semanas de la moda (dispersas y numerosas), y a otros escenarios muy propios de nuestro contexto: el Concurso Nacional de Belleza, uno de los grandes teatros de la moda en el país. Pero también ese espectáculo se articula en bares, fiestas y movimientos culturales por fuera de la norma, en un teatro que pasa por el cuerpo en rebeldía. En Nación Moda, el Espectáculo es analizado en sus aristas globales, hegemónicas y contestatarias, para construir una historia local del teatro de las apariencias.