maginemos que el mercurio y el arsénico son dos personajes de una película de acción. ..
Ambos son elementos químicos, pero… ¡atención! No son los amigos que queremos invitar a cenar. Estos compuestos son metales pesados, lo que significa que pueden entrar en nuestros cuerpos y quedarse ahí, causando problemas.
Pero no los vemos, y ahí está el truco: ¡son como fantasmas invisibles! y hoy vamos a contarte cómo evitarlos por un lado y cómo reducir su concentración por otro, no te lo pierdas.