De una u otra manera y de múltiples formas, considero que todas las personas tenemos un anhelo en la vida o expectativas de vida. Algunos de esos anhelos o expectativas tienen alta probabilidad de realización y otros, pueden parecer tan utópicos que parecen casi imposibles, pero cuando pensamos en ellos, se nos hacen agüita los ojos porque nos hacen sentir increíble y luego palpita muy fuerte el corazón, a estos últimos, solemos llamarlos “sueños”.
Considero que los sueños tienen algo en particular: son de fácil entrada y de difícil salida: es muy fácil tener uno y ponerlo en nuestra lista de sueños pendientes, pero que es difícil abandonarlos una vez que entran a la lista.
Si hace algunos años alguien me hubiera dicho que hoy estuviera viviendo lo que vivo, se lo hubiera refutado con 50,000 argumentos.