Hay un nombre por delante de los brackets del March Madness y las Fallas: Kyrie Irving. Es inimaginable meter un skyhook por delante de Nikola Jokic para ganar el partido. Dallas Mavericks empieza a diferenciarse de Suns, Lakers y Warriors como el rival más sólido de cara a Playoffs. En Phoenix decaen las ilusiones. Devin Booker olvida el papel de base y su candidatura al MVP. New Orleans Pelicans mejora las sensaciones como equipo joven, polivalente y serio, con Zion a la cabeza. Los Clippers siguen sin cumplir con las expectativas y encaran un verano de negociaciones muy delicadas, con la influencia de querer estrenar el pabellón siendo una franquicia relevante. Para ser un podcast antiCeltics, no veas qué datos manejamos a su favor. Al final parece que Wembanyama es muy bueno.

El bálsamo de los árbitros se nota: menos faltas, menos tiros libres y menos partidos de 150 puntos. Esto supone menos protestas y más juego, y el aficionado lo agradece. El triple ya no está por encima de todo y la diversidad es necesaria. Stephen Curry cumple 36 años, y DeRozan tiene un regalo para él. Espléndida gira de Milwaukee por el Oeste. Los Lakers han perdido todos los partidos diferenciales que tenían que ganar para salir del Play-In. ¿Paolo Banchero ya tiene valor como jugador franquicia? Orlando Magic sigue creciendo a su alrededor.

Primero una oda a los puestos intermedios y a las dinámicas del amor. Y después, la noticia: la NBA podría entrar como inversora en una nueva competición europea, asociándose con la FIBA y dejando a un lado a la Euroliga. Una propuesta que aparece en una semana clave, y no es casualidad. Tampoco es casual la multa a Rudy Gobert por dejar caer que las apuestas pueden influir en las actuaciones arbitrales. La baja de Towns en Minnesota ya hace mella. Zion y los Pelicans empiezan a parecer serios, sin ser brillantes pero sí sólidos para librarse del Play-In. La aparatosa caída de Alperen Sengun asusta en Houston, pero ojalá el temor solo acabe en una grave lesión y no en perder su carrera. Seguimos sin ver útil el tanking. Indiana Pacers no está rompiendo en el equipo que se presuponía y la lesión de Mathurin complica la situación. Tom Thibodeau está exprimiendo más de la cuenta a los Knicks y las aspiraciones se reducen cuando tienes media plantilla en la enfermería. La fiebre amarilla sigue salvando vidas. 

Fíjate que hay argumentos para alegrarse de la victoria de Denver Nuggets ante Boston Celtics, pero tenemos una motivación mayor: decir algo bueno de cierta franquicia californiana. Todo circula alrededor de Nikola Jokic, que es sin lugar a duda el mejor jugador de toda la NBA y además hace mejores a todos sus compañeros en Denver. Situación muy diferente a la de Tatum con Boston Celtics. Es razonable considerar ya a Jokic como el mejor europeo de la historia, por delante de Dirk Nowitzki y Giannis Antetokounmpo, y estamos en proceso de meterle entre los Olajuwon, Durant y compañía. Se acabaron ya las posibles resurrecciones de Lakers y Warriors. Muy dura la baja de Karl-Anthony Towns para Minnesota Timberwolves. Fin a la carrera de Ben Simmons. Un abrazo a Kyle Kuzma y a los futuros All-Star de Detroit.

Con 60 partidos jugados, no se puede esperar más de equipos como Phoenix Suns. Tienen demasiada fe (o necesidad) en jugadores como Bol Bol o Grayson Allen. Bradley Beal no es una estrella, Durant se desgasta y Booker no llega a ser un posible MVP. Cualquiera de las franquicias que sea derrotada en el Play-In habrá firmado un fracaso de temporada. Dallas necesita un planteamiento que Jason Kidd sigue sin encontrar. Doncic y Kyrie no dan para más. La clave está en Boston: todos defienden y meten triples. Los récords conseguidos por LeBron James y Caitlin Clark tienen una dimensión sobrehumana. Él ha cambiado la historia siguiendo la estela de Kareem y Jordan, y ella viene a construirla tras superar a una leyenda como Pete Maravich y convertirse en la persona que más puntos ha anotado en el baloncesto universitario.

La liga de hockey femenina pone a prueba un método para encontrar el sistema perfecto para conseguir el número uno del Draft. Aunque todo sistema se puede manipular, la NBA cambiaría el gran problema: los equipos que se borran de la competición. La tecnología no ayuda para zanjar las polémicas arbitrales. Hay que aprovechar cada partido que podamos ver de LeBron James. Además de por su grandeza, el partido lo remonta Lakers porque sigue cumpliéndose el patrón de los Clippers contra rivales directos: atacan a Harden y les machacan físicamente. Pasa demasiada factura que Phoenix tenga tantos minutos en pista a Kevin Durant. Algo sabe Phil Jackson para que Celtics, Wolves, Thunder y Nuggets cumplan su profecía del 40-20. Y de repente, Miami Heat es el segundo mejor equipo del Este para pelear por el anillo. Lonzo Ball no consigue solucionar su calvario de lesiones y da mucha pena perderse las carreras de jugadores como él. Es muy difícil no desearle lo mejor a personas como Westbrook que ayudan a sus comunidades y gente con pocos recursos.

España tiene un gran problema, pero nosotros muchos más. A todos se nos ha complicado más de la cuenta un sábado, también a la NBA. Los Ángeles Clippers acumula serias derrotas contra rivales directos en el Oeste. La polémica sobre si Luka Doncic debe ser el MVP seguramente le conduzca a conseguir el galardón la próxima temporada. Situación similar con Jayson Tatum. Este año se decidirá entre Jokic y Shai, que va a liderar la conferencia con unos OKC brillantes. Cuesta creer a tantos jugadores podcasters. Cuidado que no te pille en medio un contraataque de Lowry y Beverley. Denver Nuggets demuestra fácilmente su superioridad. Lakers y Warriors empiezan a quedarse sin tiempo para salir de play-in. No hay esperanza ni opciones en Brooklyn. Charlotte Hornets puede plantearse que Brandon Miller sea su jugador estrella y Lamelo Ball comparta el protagonismo. Houston Rockets debería considerarse una de las grandes decepciones.

No vamos a destapar de lo que se habla en este episodio. No vas a adivinar de lo que se habla en este episodio. Nos vas a agradecer de lo que se habla en este episodio. También se dice algo sobre NBA: el crecimiento de las apuestas, las jaimitadas de Doc Rivers, Giannis y Lillard en Milwaukee Bucks, las dudas sobre si Minnesota es más aspirante que Nuggets o Clippers, y que Boston Celtics domina más que nadie.

Acaba el All-Star y nuestro nombre más destacado es Larry Bird. Así de mal está la cosa. Doc Rivers pega otra lección de vestuario. Este fin de semana debería ser uno de los grandes momentos del año para la NBA, y ni de cerca. Lo de Anthony Edwards y compañía es bochornoso. Y pese a todo, acaban teniendo una de las mejores audiencias de la temporada. Adam Silver lucha contra un imposible. ¿Qué ha significado el All-Star en otras épocas? ¿La solución solo pasa por un tema económico o hay alguna motivación deportiva? ¿Probar más inventos ayuda o se carga la tradición? El concurso de triples fue muy bueno, el de mates no estuvo mal y el de habilidades es insostenible. Sabrina Ionescu y Stephen Curry consiguieron formar una competición memorable. En resumen, la NBA está en rotunda bonanza y LeBron sigue siendo el mejor estratega. 

Viva el humanismo y las cartas del ayuntamiento. El All-Star tiene muchas red flags. Si le faltaban problemas a Detroit Pistons, detienen a Isaiah Stewart por golpear a Eubanks antes del partido. Aumenta la preocupación por el estado de Cade Cunningham y pone más en duda si se le puede considerar una futura estrella de la NBA o una pieza importante más similar a Ingram o Markkanen. Charlotte Hornets endereza la situación y encuentra en Brandon Miller un arma sobre la que construir, mucho más útil por ahora que Scoot Henderson en Portland. Salvando excepciones, ya vemos lo caro que sale tanquear si quieres ser un equipo realmente competitivo. ¿Ayudaría que jugaran más tiempo en la universidad para llegar mejor preparados? ¿Cómo hemos acabado debatiendo si fue mejor Patrick Ewing o David Robinson? ¿Deben los Lakers draftear a Bronny?