Tal vez te sientas frío, indiferente, en una rutina en tu relación con Dios y sin interés. Es probable que hayas comenzado a mirar a tu vieja manera de vivir como una opción que piensas te va a traer algo de alivio.
Si es así, has empezado a “extrañar a los cerdos”.
Este mensaje te llevará a revisar el corazón para ver lo que te tiene así y a darte cuenta que nunca es tarde para corregir y volverte a los brazos de tu Padre Celestial. Entra en la fiesta con tu Señor.