En medio de las mentiras, los engaños y el dolor, Dios nos dice: no tengas miedo, yo estoy en mi lugar, yo controlo las situaciones y tengo un mensaje de consuelo y perdón para todos los arrepentidos. Ven, acércate, quiero abrazarte con mi gracia. No te guardo rencor, no me acuerdo de tus pecados. Quédate conmigo, yo tengo alimento para ti y para tu familia.