Hace más de 25 años que las comunidades de regantes comenzaron a modernizar sus redes, a tecnificar sus cultivos e incorporar cada ápice de innovación posible para aprovechar hasta la última gota de agua. La modernización del regadío ha traído consigo una mejora sustancia en el aprovechamiento del agua, pero también ha generado un nuevo desafío, el aumento del consumo energético. En este contexto, la energía solar se presenta como una aliada natural, la comunidad autónoma ha destinado ayudas para impulsar la instalación de plataformas fotovoltaicas, que permitan a las comunidades de regantes autogenerar electricidad limpia y reducir sus coste operativos.