Desde el 3 de agosto hasta la fecha, el episodio de calor que vivimos ha sido particularmente severo, y supone una demostración más de la clara vinculación entre el calentamiento global y los fenómenos climáticos extremos. La elevación de las temperaturas y la persistencia de las olas de calor están favoreciendo la propagación de incendios, un factor que no podemos ignorar. Santos alude a la regla del 30, que establece que los incendios se propagan con temperaturas superiores a los 30 grados, vientos por encima de los 30km/h y humedades inferiores al 30%. Es un recordatorio constante de los riesgos a los que nos enfrentamos.