El Covid nos ha robado el tiempo, nuestro día a día, se ha cobrado vidas... Es el mayor obstáculo que, hasta la fecha, la vida ha presentado a muchas generaciones de personas. Meses después, ahí seguimos peleando, sin rendirnos, empujando con todo lo que tenemos para poder batirle, para poder recuperar esas cosas cotidianas a las que antes no dábamos importancia y que hoy desearíamos poder hacer, como dar un abrazo, un sentido apretón de manos, bailar, cantar., ir a un concierto, pasar tiempo con nuestros seres queridos sin restricciones, mascarillas, ni geles hidroalcohólicos, volver a llenar un campo de fútbol....
Reflexionemos en esas cosas que por cotidianas no recibían su justo valor, pero que, sin embargo, podrán ser mágicas, únicas e irrepetibles si así lo deseamos cuando éstas vuelvan.