Gutierre de Cetina. Quédate con este nombre. Es famoso por un solo poema, un bellísimo poema que probablemente te suene más que el nombre del propio autor. Un poema, un madrigal, que empieza diciendo así: Ojos claros, serenos, / si de un dulce mirar sois alabados, / ¿por qué, si me miráis, miráis airados?