La palabra milonga tiene origen africano, significa «palabra, conversación». La forma musical seguramente es de tradición española pero ya desde su nombre y su ritmo estamos en presencia de la influencia afro en la música de Buenos Aires y su llanura pampeana. Originalmente improvisada, la milonga tanto urbana como rural se instaló desde el siglo XIX como el modo urgente que tuvieron los poetas y cantores de contarnos qué estaba sucediendo, a tiempo real. La expresión llana, larga y tendida, sin necesidad de proyectarse a grandes distancias, formó voces introspectivas, de peso y consistencia en la palabra cercana. La soledad del gaucho en la base filosófica de este linaje hizo que conectara con las ideas anarquistas y redimiera de algún modo una especie de cuentapropismo que atravesó la región.