Es conocido el impacto que tiene el bajo desempeño en los resultados de una organización; sin embargo, son menos evidentes las consecuencias que dicho bajo desempeño ocasiona en el costo laboral, en específico en el head count y en la política salarial. En efecto, un equipo de bajo desempeño obliga a los supervisores a realizar las tareas de sus subordinados, así como, a que se descuiden las tareas relacionadas con la mejora continua y la innovación. Una organización con personal competente, por el contrario, podrá gozar de menos personal, mejor pagado y de supervisores enfocados en lo importante, y no, en resolver as tareas que sus subordinados podrían ejecutar si contaran con las competencias apropiadas.