¿Puede un hombre crecer del terrón muerto del fracaso; alguna flor consoladora; ¿Algo para usar como un ojal en el cielo?
Bajo el dolor plano, plano de la derrota, tal vez la esperanza sea una semilla.
Tal vez esto es para lo que nació, esta hora de desesperanza
Tal vez es aquí donde debe buscar En este infierno de infidelidad, Donde nadie tiene un propósito, Donde la red de significado son hilos rotos, Y un hombre mira a otro con miedo.
Oh Dios, ¿puede un hombre encontrarte cuando yace boca abajo?
¿Y su nariz en los escombros ese fue su logro?
¿Está sonando la música detrás de la puerta de la desesperación?
Oh Dios, danos un propósito.
(De Los poemas completos de Patrick Kavanagh, 1984, Goldsmith Press).