Dejen que los guíe el Espíritu de Dios
No se dejen llevar por el espíritu de la autocomplacencia.
Observen el legado que la autocomplacencia produce: mal genio, peleas, celos, crueldad, mezquindad, venganza, idolatría y embriaguez.
Estas son cosas feas y hacen la vida miserable.
En cambio, déjense guiar por el Espíritu de Dios.
Observen el legado que trae el Espíritu: amor, alegría, paz, paciencia, bondad, bondad, fidelidad, gentileza y autocontrol.
Estas son cosas hermosas y hacen la vida alegre.
Son un anticipo de la alegría del cielo.
Espíritu del Dios viviente, cae fresco sobre nosotros.