Se sumerge en la voz de los prisioneros y prisioneras de cárceles y campos de concentración que surgen durante la guerra civil y que prolongan su existencia durante décadas en la larga posguerra.
Aunque la función de los campos durante el conflicto fue la de la clasificación de prisioneros para su posterior reutilización bélica, al terminar la guerra, el 1 de abril de 1939, sus objetivos se trasformaron.
Con el apoyo de la Iglesia y la permisividad internacional, los campos de trabajadores se organizaron y se diseminaron por la España de posguerra, reconstruyéndola, realizando miles de obras públicas y privadas.