Acéptalo: no tienen que pensar como tú. Y un secreto público: mejor todavía cuando no lo hacen. Y lo mejor de lo mejor es que no te importe ni un poco. Ni te incomode. Ni te duela.

Todo el tiempo vivía preocupado por esto. Pero un libro lo cambió todo. Cuando comencé a aplicarlo.

Te lo cuento enseguida. Para que llegues a ese lugar en el que entiendes, aceptas y amas. Este es el camino.

Hay una sensación física que no deja lugar a dudas. Cuando está presente, hay amor.

Va de energía, de conectar y de crecer.

Y siempre depende de la historia que te estés contando.

¿Cuál es? ¿Cuándo se siente? ¿Cómo usarla para seguir?

Te voy a decir cómo es. Para ver si la sientes y con quién.

También para que te atrevas a sentirla en toda su plenitud. Por dura que sea. Porque es más bella todavía. Cuenta con eso.

Títulos, likes, comentarios, negocios, empresas, followers... creemos que todo es un camino para tener más poder.

Porque vivimos en una búsqueda constante de ser poderosos. Pero ignoramos la decisión que nos puede convertir en la persona con más poder de la tierra.

Te voy a decir cuál es.

Y no viene de mansiones, yates, ni más números en tu cuenta de banco.

No. Por ahí no es.

Pista: cada vez que dices "Si no fuera porque..." te estás alejando.

Los abuelos siempre lo dicen: hay que aprender a ser paciente. "Hay una vida entera por delante", nos recuerdan cada vez que somos jóvenes y no entendemos de esperas.

Pero, ¿sirve para algo la paciencia? ¿O es la impaciencia la que tiene la última palabra?

¿Cuándo ayuda y cuándo estorba ser impaciente? ¿En qué hay que poner calma siempre y cuándo ni se puede mencionar la palabra?

Yo te digo para qué me ha servido ser impaciente. Y te recuerdo también cuándo escojo la paciencia.

Luego tú verás qué haces con cualquiera de los dos extremos.

Si quieres comenzar a vibrar en la frecuencia del dinero, esta es la meditación que estás buscando.

Y si todavía no habías decidido salir a buscar tu prosperidad conscientemente y te encontraste con este episodio "por casualidad", piensa que no hay casualidades: por algo estás conectando con la Meditación Del Dinero.

Así que hazle caso al universo y déjate llevar por este ejercicio que he preparado. Te sorprenderás con todo lo que puede ocurrir desde el primer minuto.

Si es tu primera vez meditando, te dejo con esta Guía Breve Para Conectar Contigo:

-Busca un lugar tranquilo en el que puedas tener comodidad y privacidad.

-Ponte una ropa cómoda y adopta una postura que te haga sentir en paz.

-Atiende a tu respiración y céntrate en ella.

-Concéntrate en la música porque está vibrando en la frecuencia del dinero.

-Permítete sentir todo lo que está pasando con tu cuerpo.

-Absorbe cada una de estas visiones y vive todo lo que te traen

*Consejo especial para la meditación del dinero: hazla varias veces. Siempre te llevará por un lugar diferente en la medida en que vayas integrando todas las imágenes y sensaciones que trae. Mientras más la repitas, más tuya será. Y más crecerá tu cuenta y aumentará tu prosperidad.

P.S: Tengo ejercicio al final. Después de que lo hagas, comparte esta meditación con esa persona que quieres y conoces que necesita generar abundancia en su vida.

Rendirse es una palabra demonizada en nuestras vidas.

"Los hombres no se rinden". "No puedes rendirte". "Rendirse es de flojos".

¿Y qué si es inteligente retirarse por una vez? ¿Y qué con no querer ser más fuerte? ¿Con entregarte? ¿Con no poder un día con algo? ¿O dos?

Yo me rindo. Y te voy a decir por qué.

Y lo mejor. Te diré para qué te va a servir.

¿Qué es lo que estás viendo en lo que te rodea? ¿Qué encuentras en los demás y en la vida, en todo?

¿Te duelen las cosas y sientes que cada cambio es malo? ¿O las recibes como llegan y celebras el menor de los momentos?

Cualquiera de los dos caminos es vida. ¿Y será que puedes elegir el tuyo?

Éxtasis o dolor. Aquí cómo resolverlo...

Este es el hábito que tienen todas las personas exitosas que conoces. Deja de buscar: no es levantarse temprano, ni darse una ducha de agua fría, ni meditar, ni alimentarte bien. Tampoco leerte diez libros al mes.

Es otro. Este. Te lo cuento.

Porque lo he tenido durante este último año de mi vida. Y puedo decirte que funciona.

¿Qué era lo que quería cuando tenía 24 años? ¿Qué planes tenía, a quién admiraba, qué veía en el futuro, cuánto soñaba conseguir? Me he respondido estas preguntas.

Y te cuento lo que ha pasado aquí. Para que sepas qué aprender de lo que quedó atrás. Y qué hacer con lo que viene.

También te cuento lo que me diré en los próximos 10 años. Lo estoy descubriendo ahora.

Créeme: de estas dos conversaciones que parecen locas tenemos mucho que aprender.

Tienes la oportunidad única y no logras verla. Pero encuentras enseguida la de los demás. ¿Por qué nos pasa esto?

¿Será que nos empeñamos en condicionar cómo debe ser todo e ignoramos las demás posibilidades? ¿O nos falta un sexto sentido para conectarnos con nosotros mismos?

Mira bien a tu alrededor con las pistas que te dejo hoy. Para que veas lo que de verdad te hará crecer.