Francisca Lopez, vecina de Marchena y su esposo Diego Rodriguez Arias, hermano de Antonio, el último rabino que se mantenía en secreto en Sevilla, condenado por la Inquisición de Méxcio, eran integrantes de las redes de comerciantes y contrabandistas cripto-judíos de origen portugués que comerciaban entre Canarias, Andalucia, Africa y Europa.
El contrabando y la piratería fueron armas económicas fomentadas por Inglaterra y Holanda para desestabilizar la economía española.
Plaza Ducal de Marchena.
UN MATRIMONIO DE MARRANOS, DE MARCHENA A LONDRES
"En todo Londres se sabe que son judíos muy conocidos y que han solicitado ante Cromwell y su consejo ser parte para hacer una Sinagoga ofreciéndose para ello a dar 300.000 libras" dice de Diego Rodriguez Arias, el testigo Juan Molina, ante la Inquisición Canaria. Añade que Diego se llevó a su mujer "de Marchena a Londres y allí se establecieron "y la murmuración común es que todos éstos son judíos pero que lo disimulan yendo a "oír misa en casa del embajador de España y luego de que salió de Londres no le han visto más oír misa".
Rodrigo Ponce de León. Señor de Marchena.
LOS JUDIOS DE MARCHENA
Desde 1481 existe constancia de la llegada de judeo-conversos desde Sevilla a Marchena huyendo de la Inquisición, buscando la protección de Rodrigo Ponce de León, Duque de Arcos con documentos en que la Inquisición amenaza al Señor de Marchena para que dejase de acoger judíos. En 1495 fue la primera campaña de rehabilitación de judeo-conversos en Marchena afectando a unas 30 personas. Pero no todos los judíos de Marchena quisieron convertirse, otros como Mencía Rodríguez habían optado por seguir siendo judíos huyendo a tierra de moros.
Un documento de 1525 cita la existencia de un cementerio o enterramiento de judeo-conversos en Marchena.
Que Francisca López vivió en Marchena aparece en el documento del Prceso de Fé que sufrió de 1655-57 que dice textualmente "vecina de Marchena y mujer de Diego Rodríguez Arias, procesada por judaizante" de 40 años mujer de Diego Rodríguez Arias, que "ha navegado a Indias, Angola y otras partes" es decir era comerciante. "Todos de nación portuguesa" se refiere las seis personas que comprende del juicio.
PALACIO DUCAL DE MARCHENA
Diego Rodriguez Arias era otro Marrano bien conocido en la ciudad de Londres que "era natural de Marchena" según Lucien Wolf en su obra de 1910 "Cripto-judíos en las Canarias". "Tras vivir unos años en Amsterdam emigró a Londres, donde era bien conocido como judío. Era dueño de un barco y vino al Puerto de la Cruz en Enero de 1653 con una carga de vino, donde fue arrestado tras ser denunciado por un esclavo negro y confinado por breve tiempo en casa de su cuñado Gonzalo Rodriguez Báez" señala Wolf. La familia Báez es una de las más estudiadas del cripto-judaísmo y otro vecino de Marchena Antonio Fernández Martos, comerciaba con Simón Báez Sevilla, encarcelado por la Inquisición de México.
DENUNCIADO POR UNA ESCLAVA NEGRA
En la casa londinense de Diego Rodrigueez Arias las gallinas y aves eran llevadas "a casa de un judío portugués que vivía cerca y de allí las traían todas degolladas" y al cuchillo que se usaba en esa matanza no se le daba ningún otro uso, es decir era un cuchillo ritual según contó La Misketa a la Inquisición de Realejo Tenerife, el 20 de noviembre de 1655.
LA MULATA. Velazquez.
Ese día Diego Rodriguez Arias fue denunciado ante la Inquisición de Canarias por Lorenza Díaz, -Alias La Misketa- esclava negra de 25 años comprada como regalo para su cuñado Donzalo Rodríguez Báez, dos semanas atrás en Londres a Gaspar Díaz de Misketa quien había tenido que salir de Lisboa de forma "secreta" y apresurada con toda su familia. Los judíos y conversos habían sido tradicionalmente comerciantes de esclavos por lo que es normal que lo denunciara su esclava negra.
CROMWELL ABRE LA PUERTA A LOS JUDIOS
Wolf afirma que el dato del origen marchenero de Diego Rodriguez Arias aparece en el juicio del caso de Antonio Rodríguez R