Esta oración se dirige a quienes enfrentan momentos de confusión y desesperanza, ofreciendo una profunda petición de paz, sabiduría y confianza en Dios. Con una estructura extensa, invita a entregarse por completo a la voluntad divina, buscando consuelo en la fe y la certeza de que Dios está siempre presente, guiando cada paso y ofreciendo soluciones, aun cuando no se ven de inmediato. Es una súplica para mantener la serenidad y encontrar en la oración la fuerza necesaria para superar cualquier adversidad.