Tu mirada debe estar puesta en Dios. Siempre que Él revelé algo a tu vida, ya sea para ti o alguien más debe ir cargado de amor.

Dios da promesas a nuestras vidas pero Él anhela que nos posicionemos en Fe e insistamos hasta ver el cumplimiento de ellas.

Las pruebas nos empoderan para caminar en el poder del Espíritu Santo y el propósito de Dios para nuestras vidas.

Este año pasamos por momentos duros, también vimos a Dios moverse en muchas situaciones. Pero la promesa de Dios es que este nuevo año veremos cosas mayores.

La solución a los problemas del mundo no estaba en este mundo, pero vino a este mundo como un niño para traer luz en medio de la oscuridad.

Jesús no nos dice tienes que cambiar para pertenecer, Jesús te invita a pertenecer a Su familia, y al pasar tiempo con Él serás transformado.

La base de nuestra relación con Dios, nuestro crecimiento tiene mucho que ver con como manejamos nuestro tiempo de oración.

La iglesia de Hechos no era una iglesia en la que los miembros no pasaban dificultades. Más bien, probablemente, pasaban más dificultades que nosotros. Pero era una iglesia que oraban con fervor unos por otros en medio de sus dificultades.

Somos llamados a romper fronteras a ser una iglesia llena de gracia y verdad, que no condena.