Los fenómenos sísmicos que han sorprendido al estado de Guanajuato, pueden significar el inicio de la era de los movimientos telúricos para esta región del país, por lo que obliga a que las autoridades estatales y de los municipios afectados desarrollen una agenda efectiva de prevención y atención de riesgos. Urge un sistema de alertas sísmicas.

El camino de la sucesión gubernamental en Guanajuato sigue en plena  carrera de suspirantes, las mujeres calladitas brillando por las tareas emprendidas y del otro lado un Navarro temerario con promoción estatal, el caballo negro aún guardado. El hándicap por la gubernatura va por su segunda vuelta...

El turismo amerita ser reanudado con un plan emergente de alto nivel, mucha innovación y blindado con medidas sanitarias y promocionales de primer mundo. Guanajuato está ante la oportunidad de convertirse en el imán turístico del país.

Las pasadas olimpiadas de Tokio 2020+1, sirvieron para que México se topara con su triste realidad deportiva. Los deportistas que brillaron lo hicieron sacrificando sus propios medios para alcanzar la clasificación, pues sufrieron del abandono y la rápiña administrativa de la CONADE. Hacen falta políticas públicas garantes de formación de deportistas competitivos a nivel mundial.

Conflicto de servicio de cable y Municipio de Guanajuato, enredo legaloide que proyecta la figura política de Navarro,.

El estado de Guanajuato, bajo el fuego insensible de las restricciones presupuestarias, preámbulo del 2024.

La nueva política pública ambiental del Gobierno de Guanajuato entre la espectacularidad y la oportunidad de trascender.

Comienza la carrera por el 2024 en el estado y las mujeres abren juego, Navarro levanta la mano y los que faltan pronto lo harán.

Ante el gran reto que asume el gobernador al decidirse por la creación del Valle de la Mentefactura, surge la imperiosa necesidad de sincronizar a la sociedad en la concurrencia de la ciencia y la tecnología mediante la educación y la cultura emprendedora.

Alto contraste entre las políticas de atención a la clase media entre un estadista como Biden y un simulador como López Obrador, pues uno impulsa políticas de resarcimiento socio-económico y el otro de discrepancia y odio de clases.