El reino de Nápoles estuvo durante siglos ambicionado tanto por Francia como por la Corona de Aragón, pues su control daba una enorme influencia política no sólo en la propia península Itálica, sino en el Mediterráneo y en su lucrativo comercio marítimo. A pesar de haber sido conquistada en el siglo XV por Alfonso V de Aragón, Nápoles quedó separada de nuevo de la Corona aragonesa, pero a finales de ese siglo Fernando II el Católico volvió a la carga para hacerse con el trono utilizando la maestría en el campo de batalla de Gonzalo Fernández de Córdoba; el gran Capitán, y desatando la guerra. ¿Cómo fueron las llamadas Guerras italianas?