Una de las cosas que más me impresionó en los comienzos de la cuarentena estricta el año pasado fueron las fotos que aparecieron de animales salvajes transitando por muchas ciudades del mundo. Esas fotos mostraban mucho más que una imagen curiosa. Nos daban la oportunidad de ver clarísimo las consecuencias de la actividad humana sobre el entorno natural. Cómo nos movemos, cómo trabajamos y cómo nos alimentamos ¡influye profundamente en los grandes problemas medioambientales del mundo!

Pasó un año y mientras los humanos seguimos dando batalla contra el virus y tratando de sostener la economía, el planeta volvió a padecer todos los efectos ambientales de nuestro avasallador estilo de vida. Nuestro modo de vivir actual se basa en el abuso sistemático de una especie PODEROSA contra criaturas indefensas.

¿Es posible cambiar la manera en que nos relacionamos con la naturaleza?

¿Cómo construimos un equilibrio nuevo para la vida post pandemia?