Ganas teniamos antes de que acabara el año de felicitar a Gold Lake por ese excelente disco que, por vicisitudes ajenas a sus deseos, se demoró más de la cuenta. Pero, cuando ha estado disponible para degustarlo, apabulla por cómo lo han construido Lúa y Carlos, que decidieron ponerse en manos de Aaron The National y Chris Grizzly Bear, dos magos del monento en la producción que acabaron redondeando la obra que es una colección de canciones que conforman un todo que te sumerge en una nebulosa hechizante.
Hay temas como Back to my soul que ya ne atrapó años ha en un directo del grupo cuando estaba inédito. De su directo actual ha habido noticias en dos conciertos diferentes en El Sol y la Biblioteca Nacional amén de fornar doble cartel en la gira de Luna. Se trajeron guitarra y nos dejaron g.a.t.o. para la posteridad y evocamos el tránsito desde aquel Years hasta el presente
Antes charlamos telefónicamente con Contxi y Fermi, los dos hermanos que han editado ese Tutupá (siguen los titulos ingeniosos como Tralará y Nainonai). Una colección de temas propios con esa sencillez que abarca música y letras con historias curiosas, marca de la casa de Tronco, y la consabida lectura de cada álbum de una pieza de Simon & Garfunkel (nosotros nos atrevimos a hacer una petición para el futuro).
Para empezar, el retorno de Libertines nueve años después, las guitarras sixties de lo flamante de Vaccines y el consabido sabor a Ronettes y Crystals de Lia Pamina.
Entre medias de las dos charlas más ejemplos de las Doce lunas de Seasongs y el debut de los mallorquines Colorado con sabor 70s.
En la recta final sonidos lindando con la americana de los gaditanos Syrah Morrison, el himno definitivo de Error 97 y Lori Meyers con Manola de Rufus T Firefly de invitada.