Comprender, enseñar y juzgar la historia y cultura del Cem Anáhuac desde el punto de vista eurocentrista es un grave error que seguimos cometiendo hasta nuestros tiempos.
Interpretar la filosofía de un pueblo sin saber su lenguaje, "traduciendo" términos del náhuatl que no tienen sinónimo en español es poco acertado (¿teotl = dios?), pero realmente son pocos los antropólogos que dominan el nahuatl y comprenden la filosofía indígena.
Es comprensible ya que son en su mayoría extranjeros los que se han dedicado a explicar lo propio nuestro, y fueron extranjeros, los españoles, los que narraron "los cimientos" de lo que ahora es México desde lo que ellos conocían, y como lo conocían.
Estamos a tiempo de desempolvar el espejo y mirar nuestro propio rostro.
Comparar la filosofía del Anáhuac con la filosofía europea del siglo XVI no es muy acertado. Newton no había nacido, Galileo aun no usaba telescopios ni se conocía el Big Bang. El conocimiento lo tenía la iglesia y la Inquisición decía lo que era cierto o falso. No existía ni siquiera el concepto de "científico".
Debemos hacer una revisión de los conocimientos de la sociedad científica y filosófica que era la sociedad Anáhuaca. Aqui unas palabras de Rubén Bonifaz Nuño en la toltecápsula de Guillermo Marín.