***Suscríbete y da me gusta - Compártelo***
Lo que yo he perdonado, si algo he perdonado, lo hice por vosotros en presencia de Cristo.
2 Corintios 2:10
Este desafío es difícil... quizá sea el más difícil.
Pese a esto, si quieres que tu matrimonio tenga esperanza, es necesario tomarlo con absoluta seriedad.
No se puede solo considerar el perdón, sino que hay que ponerlo en práctica en forma deliberada. Si no hay perdón, no habrá un matrimonio exitoso.
¿Pero cómo lo logras?
Le entregas al Señor tu enojo y la responsabilidad de juzgar a esta persona.
¿Cómo sabes que lo has hecho?
Lo sabes cuando al pensar en su nombre o al ver su rostro, ya no sientes cólera, en lugar de hacer que te hierva la sangre; el perdón hace que lo compadezca, que en verdad esperes que cambien.
Los matrimonios excelentes no están formados por personas que nunca se hieren, sino por gente que "...no guarda rencor."
1 Corintios 13:5
El desafío de hoy
Hoy mismo, perdona cualquier cosa que no le hayas perdonado a tu cónyuge. Suéltalo. De la misma manera en que le pedimos a Jesús que perdone nuestras deudas cada día, debemos pedirle que nos ayude a perdonar a nuestros deudores cada día.
La falta de perdón los ha mantenido a ti y a tu cónyuge encarcelados durante mucho tiempo.
Desde tu corazón, di: "elijo perdonar".