Uceda Leal desprende el sabor del toreo clásico. El maestro del barrio de Usera cuajó una de las faenas de esta Feria de San Isidro frente a un toro de La Quinta con extraordinario son al natural para pasear una oreja de ley en Las Ventas.

El torero madrileño es capaz de evocar una tradición eminentemente pura de la torería castiza y reinventarla en sus muñecas con sus propios cánones estéticos: "De Ángel Teruel aprendí esa clase natural porque él era el que más representaba el madrileñismo tanto en la calle y como en la plaza de toros y de Antoñete, esa pureza madrileña tan auténtica", asegura. También recuerda cómo Pacorro fue el primero que le inculcó esa línea y ese sentir de los conceptos de Manolo Escudero o Luis Segura en tantísimas horas de toreo de salón en la Casa de Campo y en conversaciones en la plaza de Santa Ana, el corazón del barrio de las Letras.

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