El número 50 en la biblia representa en varias historia salvación y liberación.
En Génesis 18 Abraham intercede ante Dios por Sodoma y Gomorra, dos ciudades apartadas de Dios. Gobernadas por maldad, pecado y corrupción, un panorama muy parecido al actual
Entonces se acercó Abraham al Señor y le dijo: —¿De veras vas a exterminar al justo junto con el malvado? Quizá haya cincuenta justos en la ciudad. ¿Exterminarás a todos, y no perdonarás a ese lugar por amor a los cincuenta justos que allí hay? ¡Lejos de ti el hacer tal cosa! ¿Matar al justo junto con el malvado, y que ambos sean tratados de la misma manera? ¡Jamás hagas tal cosa! Tú, que eres el Juez de toda la tierra, ¿no harás justicia? El Señor le respondió: —Si encuentro cincuenta justos en Sodoma, por ellos perdonaré a toda la ciudad.
Génesis 18:23-26 NVI
Dios estaba dispuesto a perdonar esas ciudades si encontraba 50 justos por la intercesión de Abraham. Termino Abraham intercediendo por 10 personas y no las pudieron encontrar, el juicio para estás ciudades fue inminente. Fueron destruidas con fuego que cayó del cielo. Pero a.tes de esto Dios busco quien se parará en la brecha para derramar su misericordia.
Este salmo 50 nos habla de Dios cómo Juez en el versículo 4 nos dice Nuestro Dios viene, pero no en silencio; lo precede un fuego que todo lo destruye, y en torno suyo ruge la tormenta. Dios convoca a los cielos y a la tierra, para que presencien el juicio. En el aeropuerto cuando esperas para abordar hay varios llamados antes de que el avión despegue. La alarma de fuego suena para avisarte que algo está pasando y tengas tiempo de salir.
La misericordia de Dios sobrepasa nuestra mente humana y nuestro corazón imperfecto. En el versículo 14 y 15 de este salmo nos dice: ¡Ofrece a Dios tu gratitud, cumple tus promesas al Altísimo! Invócame en el día de la angustia; yo te libraré y tú me honrarás».
El juicio de Dios lo precede la misericordia. Dios siempre nos está dando oportunidades, El esta convocando a sus hijos, hablándoles a través de su palabra y en la intimidad. El nos está llamando a la oración, a la intercesión, al ayuno, al arrepentimiento.
La alarma está sonando, la llamada a abordar ya está hecha. Ahora es nuestro trabajo interceder por los 50, clamar por misericordia, arrepentimiento. Chequear el corazón, buscar la pureza, la santidad, ofrecer a Dios gratitud, cumplir las promesas, para que en el día de la angustia el nos libere y nosotros lo honremos.
Oremos con el salmo 50