Discurso en español: El impacto del uso excesivo del teléfono móvil en nuestra sociedad
Queridos amigos,
Hoy quiero hablarles sobre un fenómeno que afecta cada vez más a nuestra sociedad: el uso excesivo del teléfono móvil. Este dispositivo, que comenzó siendo una herramienta de comunicación, se ha convertido en una parte esencial de nuestra vida diaria, tanto que muchas veces ni siquiera podemos imaginarnos un día sin él. Sin embargo, el uso indiscriminado del teléfono móvil tiene efectos negativos, especialmente en dos grupos de personas muy importantes: los niños y los adultos mayores.
Mi hija, que tiene solo siete años, es uno de los ejemplos más claros de cómo los niños están siendo atraídos por la tecnología. Recuerdo que hace unos meses, le dejé jugar con el teléfono por un breve periodo de tiempo mientras yo trabajaba. En solo unos minutos, se mostró completamente absorbida por la pantalla. La situación me preocupó profundamente. No solo me di cuenta de que pasaba más tiempo frente al teléfono que interactuando con su entorno, sino que, al final del día, se quejaba de dolor en los ojos. Es entonces cuando me di cuenta de que el uso prolongado de los dispositivos digitales estaba afectando su vista. Los estudios científicos han demostrado que los niños que pasan demasiado tiempo frente a las pantallas pueden sufrir problemas oculares y afectar su desarrollo cognitivo. Este fenómeno, conocido como "fatiga ocular digital", está siendo cada vez más común en la infancia, y es nuestra responsabilidad como padres y educadores encontrar un equilibrio entre la tecnología y la salud de los niños.
Por otro lado, otro fenómeno que me preocupa es la adicción de los adultos mayores a las redes sociales, especialmente a plataformas como Douyin (TikTok). En muchas ocasiones, he visto a mi madre, que es una mujer madura y activa, pasar horas viendo videos cortos en su teléfono. Si bien estas plataformas tienen contenido entretenido y educativo, el problema radica en que las personas, sobre todo los mayores, caen en la trampa de consumir contenido sin límite, lo que puede llevar a un aislamiento social. Muchos de ellos pasan horas viendo videos, olvidando las interacciones cara a cara y perdiendo oportunidades para mantenerse activos en sus comunidades. Esta adicción al móvil puede tener consecuencias psicológicas y sociales, ya que puede generar ansiedad, depresión e incluso soledad.
La pregunta es: ¿cómo podemos solucionar este problema? Desde mi punto de vista, la clave está en encontrar el equilibrio entre el uso saludable de la tecnología y mantener una vida fuera de la pantalla. En primer lugar, debemos establecer límites claros sobre el tiempo de pantalla para los niños. Esto no significa que debamos prohibirles el acceso a la tecnología, pero sí debemos ser conscientes de la cantidad de tiempo que pasan frente a ella y asegurarnos de que también dediquen tiempo a actividades físicas, creativas y sociales. Por ejemplo, en mi casa, hemos implementado una regla de "tiempo sin pantallas" después de las seis de la tarde. Durante ese tiempo, todos nos desconectamos de los dispositivos y nos dedicamos a actividades como leer, jugar o simplemente conversar.
En cuanto a los adultos mayores, pienso que es fundamental promover actividades interactivas que les permitan disfrutar de la tecnología de una forma más productiva. Por ejemplo, en lugar de dejar que pasen horas mirando videos sin ningún propósito, podríamos fomentar el uso de aplicaciones que les ayuden a aprender algo nuevo, como aplicaciones de ejercicios mentales o programas de interés, como cursos online. Además, es importante que los animemos a participar en actividades sociales, como salir a caminar con amigos, tomar clases o simplemente conversar cara a cara. La clave está en cambiar el enfoque del consumo pasivo de contenido hacia una participación activa en la tecnología.
Finalmente, debemos ser modelos a seguir para nuestros hijos y mayores.