Temporada del año 1975 en Tampa (FL). La empresa, World Jai-Alai, se asustó porque hubo por parte de los pelotaria un conato de entrada en la Teamster Union. Nos mejoraron las condiciones laborales. Incluidos los premios por quinielas ganadas. Al ganador de la single "buena" le pagaban 100 $. Una pasta en aquellos años.
Algunos pelotaris empezaron a hacer " marranadas". Parar la pelota más de lo debido, mirar al contrario, dar uno o dos pasos...
El intendente, Enrique Beitia, cortó por lo sano. Un par de multas, un par de llamadas a la oficina. Caso resuelto.
El intendente era dios y los pelotaris y jueces seguíamos sus directrices. No hacían falta reglamentos federativos. Existía un código interno en el que se sabía qué era lo permitido y no.
Todo cam'bió años después.
¿Qué ha ocurrido? ¿Por qué se juega más sucio?
¿Existe conciencia de ello?
¿Qué se puede hacer y quién lo debe implementar?
De todo ello hemos hablado en la tertulia.