Costa Rica estableció ambiciosas metas para descarbonizar la economía y para alcanzarlas requiere de la expansión y diversificación de energías renovables que apoyen, por ejemplo, la electrificación del transporte; una acción angular de la estrategia hacia una economía verde.
Esta diversificación es fundamental para reforzar la seguridad energética, al reducir la dependencia de combustibles importados.
Por otro lado, tenemos grandes desafíos en la gestión del agua para renovar la infraestructura hídrica y mejorar su recolección, así como el tratamiento de las residuales. Otro pendiente es la gestión de los residuos sólidos que nos permitan garantizar una recolección eficiente en todo el territorio nacional.
Estos temas fueron parte de la presentación, esta semana, de la evaluación país que presentó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Sin duda los desafíos en materia ambiental son urgentes para la adaptación al cambio climático. Hay iniciativas que avanzan en esta ruta, como las desarrolladas por el proyecto “Transición hacia una economía verde urbana” (Tevu Costa Rica), en el que participan 18 organismos internacionales e instituciones públicas y comunales.
Ya tienen resultados en electrificación del transporte público, tendientes a mejorar la movilidad e impactar las insoportables presas que padecemos. Otro avance atiende las inundaciones urbanas y los problemas que genera la inadecuada infraestructura y los cambios en los usos del suelo.
Para analizar este capítulo ambiental del informe OCDE y las soluciones en proceso, conversaremos mañana con Fernando Rodríguez, economista y miembro de Tevu Costa Rica.