Si ya de por sí sabíamos que la tecnología es el gran desafío para el mercado laboral de nuestro tiempo, "la pandemia del covid-19, el aumento en el costo de la vida, los conflictos geopolíticos, la emergencia climática y las recesiones económicas han añadido más turbulencia a los cambios en el empleo global".
Eso señala el Informe del Foro Económico Mundial sobre el Futuro del Trabajo 2025 dado a conocer esta semana y que nos alerta que en los próximos cinco años, se crearán 170 millones de nuevos empleos, mientras que 92 millones serán desplazados por obsolescencia, una rotación del 22 % en el mercado laboral formal que señala una transformación estructural sin precedentes.
La digitalización y el acceso tecnológico de las personas serán factores esenciales para encontrar trabajo en manejo de datos, inteligencia artificial, tecnología financiera, como desarrolladores, programadores y expertos en ciberseguridad. También especialistas en Big Data, ingenieros fintech, especialistas en IA, aprendizaje automático y desarrolladores de software y aplicaciones, entre otros altamente calificados.
Pero no todo será mercado tecnológico. Los cambios demográficos también provocan aumento de demanda en habilidades de gestión de talento, enseñanza, y mentoría y motivación y autoconciencia. Asimismo crecerán los trabajos en economía del cuidado como profesionales de enfermería, trabajo social, conserjería y asistentes del cuidado personal, así como profesiones relacionadas con la educación, como profesores de educación secundaria y terciaria. También aumentará la demanda de otras habilidades centradas en lo humano como resiliencia, flexibilidad y agilidad, liderazgo e influencia social.
Roles de trabajo de primera línea que también crecerán en términos absolutos incluirán trabajadores agrícolas, conductores de reparto, trabajadores de la construcción, vendedores y trabajadores de procesamiento de alimentos. Todos con mejoradas habilidades.
Mientras tanto, el mayor declive (destrucción de empleos) se verá en trabajadores administrativos y secretariales incluyendo cajeros, vendedores de boletos, asistentes administrativos y secretarios ejecutivos, empleados de servicios postales, cajeros de bancos y empleados de entrada de datos.
Costa Rica y nuestra región tiene el enorme reto de enfrentar con políticas públicas, la brecha digital de su ciudadanía con la única herramienta posible: la educación. Para realizar un acercamiento a esta realidad de desafíos y oportunidades conversaremos con Jaime García, investigador y director regional para Latinoamérica del Índice de Progreso Social del INCAE.