En 31 cantones localizados en la Gran Área Metropolitana viven 2.5 millones de personas. En esos 1.700 kilómetros cuadrados de tierra de origen tectónico hemos aprendido a vivir con amenazas sísmicas, volcánicas, deslizamientos e inundaciones.
Pero estas fragilidades se han potenciado a lo largo de los años por la falta de planificación (desorden urbano) y decisiones que profundizan sus condiciones de vulnerabilidad.
Una actualización de las variables ambientales del Plan Nacional de Desarrollo Urbano de la GAM, nos colocan ante el dilema de volver a poner el tema en la agenda de discusión pública con sus los efectos acumulativos.
La actualización nos aporta información, datos y acciones de política pública necesarias en temas esenciales para delimitar y respetar las zonas de conservación, las de uso agrícola / agropecuario y las de desarrollo urbano, para aumentar la resiliencia humana y de la infraestructura.
Para aportar a esta discusión conversaremos con el coordinador responsable de este informe, el geólogo Allan Astorga.