La guerra comercial de Donald Trump, si o sí, dejará secuelas en las finanzas públicas del planeta. Ciertamente, no todos los países recibirán el impacto de la misma forma. Habrá algunos que padecerán más.
Lo cierto es que según el Fondo Monetario Internacional, la economía tendrá una desaceleración significativa en 2025 y 2026 (Informe Perspectivas Económicas Globales).
El crecimiento global se situará entre 2.8% y 3% inferior al promedio histórico del 3.7%. Y la deuda pública crecerá hasta el 2.8%, más del doble del año pasado.
Esto lógicamente como resultado de la absurda batalla arancelaria “de la liberación” de la Casa Blanca y las contramedidas implementadas en respuesta por los afectados.
En el caso de nuestra pequeñísima economía, el FMI estima que creceremos 3.4%, prácticamente un punto menos que el 2024 (4.3%).
El análisis del organismo financiero sostiene que las peores consecuencias serán mayores costos, permanentes tensiones comerciales y la consabida incertidumbre que acompaña al mundo con la nueva administración estadounidense, que desalienta la inversión y reduce el dinamismo.
Para sumar a lo imprevisible del momento el FMI recalca otros riesgos que agravan la situación: tensiones geopolíticas, cambios abruptos en los flujos de capital y ajustes bruscos en los mercados de divisas y por eso hizo un llamado para que “los países trabajen de forma constructiva para promover un entorno comercial estable y predecible”; lo cual parece imposible con Trump, excepto que el temor a la debacle en su propio territorio lo conduzca, como parece ahora, a desandar lo andado, anunciando que ya no habrá tal 145% de aranceles a China ni tampoco insistirá en la separación del cargo del Presidente de la Reserva Federal, lo que la semana pasada generó aún mucho más temor en las bolsas. Y es que también Estados Unidos, según el FMI, crecerá casi un punto menos de la previsión inicial del año (que ya era muy modesta) de 2.7% a tan solo 1.8%.
Para poner en perspectiva este informe y sus implicaciones conversamos con el economista José Luis Arce.