El crecimiento se da de manera natural en lo físico, pero en lo emocional y espiritual, es un trabajo del día a día. En la Biblia vemos presente éste crecimiento en la vida de todos los hombres y mujeres, en su relación con Dios, consigo mismos y con los demás.
El crecimiento trae consigo madurez y responsabilidades. Veamos hoy, la segunda parte "cuando Moisés, ya hecho grande" creció no sólo en estatura sino en toma de decisiones, su relación con Dios y su vida.