A veces, algunas personas piensan que Dios está sólo en la iglesia, los domingos, que se ocupa de las cosas grandes del universo, pero que está lejos de ellos en su cotidianidad. Pero muy al contrario, veo en las Escrituras, cómo el Señor toma cosas pequeñas y consideradas aún insignificantes para hacer con eso, algo maravilloso y sobrenatural. Lo lindo, es verlo a Él convertir una vara en serpiente, una honda pequeña en una arma poderosa o un poco de aceite, en la respuesta para un familia.