Una vida sin motivos es una vida estéril. Cada día trae consigo oportunidades y bien dicen que las oportunidades llegan y si no las tomamos simplemente se alejan y en muchas ocasiones, para no volver.

Aprovechemos este tiempo, para vernos nuevamente a los ojos y encontrar en cada mirada, lo que habíamos dejado de ver, la verdadera esencia de la vida.

Para mí, cada día vivido ha dejado algo especial, de lo bueno y de lo malo he aprendido, han podido ser sumadas en mi vida, experiencias tan variadas cómo únicas.

Tristeza y alegría, cada una en su momento me forjaron, arropando con vertiginosa gracia mis desvelos. Mal haría yo si me quejará y peor aún sino supiera cosechar el fruto de lo vivido.

En cuantas ocasiones tomaste la decisión de emprender un nuevo camino, cansado de caminar el mismo tantas veces, seguramente han sido muchas, una y otra vez nos preguntamos ¿en verdad es posible?

¿Es posible cambiar? ¿Es posible dedicarme a otra actividad? ¿Es posible encontrar nuevas opciones de vida? La respuesta a cada una de esas preguntas es ¡sí! Es posible.

La paciencia es un valor maravilloso. Representa la capacidad de aprender a esperar por alguien o por algo, se refiere también a la entrega y la calma con que se persigue un objetivo.

En estos tiempos de crisis y problemas, la verdadera amistad es como un bálsamo que te refresca, y el consejo del amigo, es fortaleza y apoyo.

Principios de vida y desarrollo. Un espacio creado para aportar valores a una sociedad en crisis.

El Instituto de valores y cultura, presenta una colección de libros sobre la temática de valores, escritos por Aarón Dávila Payán, como un valioso aporte de valores actuales para las familias y sociedad. 

"Valores para una sociedad en crisis". "Entre Dichos Y Valores". "Los valores verdaderos son valores que perduran". "Principios de vida y desarrollo"

¡Un buen nombre lo dice todo! Revela mi esencia, mi postura ante la vida, el camino por seguir, las puertas por abrir y aun aquellas que, por mi bien, debo cerrar.

Vamos dejando sin hacer, o sin terminar muchas cosas en el camino, pero la constancia es precisamente la que nos permite construir caminos seguros, alcanzables y medibles.