“Todo lo bueno, todo lo puro, todo lo honesto, todo lo justo, lo que es verdadero, lo que es de buen nombre, es en esto, en lo que debemos pensar.”

Así o más claro. A esto le llamamos: Valores Esenciales o Primarios. Es necesario incluir en nuestra meditación diaria los Valores, pero no tan solo meditar en ellos, sino más bien llevarlos a la práctica diaria.

El tema que en esta ocasión les quiero compartir, es parte de toda una gama de temas entorno a los valores primarios, familiares y sociales, además de aportar al quehacer diario de nuestro entorno, presenta la oportunidad de retomar y recuperar todos aquellos Valores, que en términos generales, hemos abandonado y arrojado al desuso.

La mentira es consecuentemente un acto de maldad, es deterioro de los buenos principios, de las acciones directas de la moral.

En ausencia de la verdad, queda la mentira, la ignominia, la irracionalidad, ya que la mentira socava el corazón de los seres humanos.

Que sensación tan maravillosa la que nos dejan los logros y las metas alcanzadas, esa motivación única que otorga comprender que tu esfuerzo valió la pena, que los tantos desvelos estudiando o trabajando horas extras alcanzaron su propósito.

Sin equilibrio, es imposible alcanzar esas metas y ver logrados los propósitos de tu vida.