Los amasijos, esas delicias que hemos comido en casa desde chiquitos y por eso saben a familia y a cariño; esos bizcochitos y panes que nos acompañan en los viajes por carretera y que siempre queremos probar en cada pueblito que conocemos. Arepas, tamales, achiras, quizbones, pan de yuca, pan de bono, almojábanas, pan de arroz, roscones resobados, casabe, bollos son apenas algunos de los amasijos que se cocinan y consumen a lo largo y ancho de nuestro país, dando vida a una variada y exquisita geografía de sabores, pero también de historias, economías, culturas y tradiciones. En cada pueblo y región de nuestro país tenemos la fortuna de encontrarnos con algún amasijo, es decir, con algún producto hecho con harinas de origen vegetal y amasado con la mano.